Taste of Ink, el deseo de querer ser aceptado

Taste of Ink (Compte tes blessures), el primer largometraje del francés Morgan Simon, un chico con mucho talento, que decidió presentarse a la 64 edición del Festival Internacional de San Sebastián. Con este largometraje de 80 minutos, ha conseguido la mención de honor, en la categoría, claro está, de nuevos directores.

La historia sigue a Vincent, un chico más o menos de entre 19 y 20 años que vive con su padre, ya que su madre murió, y desde entonces llena el vacío con tatuajes y piercings, además de pertenecer a una banda de música post-hardcore. Su padre está intentando pasar página, conoce a una chica más joven que el, y, entorno a esto, girará toda la trama.

A simple vista, el protagonista, Vincent, puede imponer, debido a su aspecto físico, pero conforme vas viendo la película, te vas dando cuenta, de que es un chico sensible, que solo busca la aceptación de su padre (incluso se llega a tatuar su rostro), esto provocará innumerables roces con él. Vincent está intentando ablandar a una roca, que jamás ha pronunciado un «te quiero».

El director, Morgan Simon, nacido en los suburbios de París, trata estos temas con asiduidad, jóvenes y marginalidad, y esto lo ha demostrado en sus anteriores trabajos, todos ellos cortometrajes: American Football (2012), Try to Die Young (2014)

El guion es decente, aunque predecible en algunos aspectos, pero para ser la primera película de este director, está francamente bien. Al terminar la película se hecha algo en falta, y esto es, que hubiera durado más (su duración es de 80 minutos). Se nos hace entretenida y liviana.

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Fotograma perteneciente a Taste of Ink (2016), en él se ve al protagonista y a la chica que vertebrará toda la trama

Los actores son creíbles. Medalla de honor para el protagonista, Kevin Azaïs. Gran parte de la fuerza de este largometraje reside en sus actores. Hay un gran trabajo de interpretación y de dirección de actores.

En el aspecto técnico, también está francamente bien, la imagen y los tiros de cámara están muy logrados, tiene muy buenos recursos, el director de fotografía se lo ha trabajado. El sonido, acompaña a la imagen.

Una película muy recomendable, que refleja la realidad de muchas personas, y que se aleja de lo formal. Además, tiene un gran transfondo, toca un tema universal, este es «querer ser aceptado», frase con la que se podría resumir la trama principal de la película.

Puntuación: 7,0/10

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