Stoker es una película del año 2013 que ha sido producida por Scott Free Productions, la productora de Ridley Scott. Stoker nace de un guion de Wentworth Miller (conocido por protagonizar Prision Break). Wentworth admitió que Drácula de Bram Stoker le influyó bastante a la hora de escribir esta historia, de aquí probablemente proceda el título de la película, también podemos encontrar numerosas referencias al cine de Hitchcock .
Estamos ante un thriller con toques de suspense. La historia se centra en India Stoker, una joven muchacha con una forma de ser un tanto peculiar. India sólo era comprendida por su padre, el cual recientemente ha fallecido. En este duelo aparecerá Charlie Stoker, tío de India, que irrumpirá en su tranquila vida de forma totalmente inesperada.
La trama es original, sin embargo me dejó bastante indiferente. No puedo decir lo mismo de los recursos visuales que utiliza, que son sencillamente increíbles.
El texto lo dirige el surcoreano Chan-Wook Park (conocido por Oldboy), estamos ante la primera película que hace en el extranjero, por lo que su nivel de inglés no era muy alto, esto unido a que el guion de la película no tenía mucho diálogo, permitió al director apoyarse en las imágenes y la música como principal manera de transmisión.
Se podría afirmar que la forma está por encima del contenido, esto quiere decir que los recursos visuales tienen más importancia que el propio guion, apreciable en la planificación, los movimientos de cámara, y los dobles significados que tienen muchas de las imágenes y un sinfín de recursos más. Destacar la secuencia de créditos iniciales, digna de ver unas cuantas veces.
Los actores de esta película tienen cierto caché, destacar la actuación de la protagonista Mia Wasikowska («Alicia en el país de las Maravillas»), y la de su misterioso tío ficticio Matthew Goode («The Imitation Game»), que junto a la aparición momentánea del reconocido Dermot Mulroney, hace que la película valga la pena. Nicole Kidman se limita ha hacer su papel, sin deslumbrar como nos tenía acostumbrados.
Conclusiones
Estamos ante una película en la que cobra más importancia lo visual que el propio guion, llegando muchas veces a distraer. La película sinceramente me dejó igual que estaba, me hizo pasar el rato, sin más. Claramente el guion no es su fuerte, por lo que las únicas alabanzas que se le pueden hacer serán a nivel visual, pero para que fuese una buena película, estos dos pilares deberían de converger de forma totalmente rítmica.
Puntuación: 6,5/10