El otro guardaespaldas, un humor demasiado «hijoputa»

Samuel L. Jackson y Ryan Reynolds protagonizan El otro guardaespaldas, una película que llega a compararse por muchos como la sucesora de Deadpool, pero que no os engañen, no tiene nada que ver.

El principal guardaespaldas del mundo, destituido por la CIA por cierto, recibe de forma inesperada un nuevo cliente, un asesino a sueldo que debe declarar ante la Corte Internacional de Justicia contra el típico bieloruso malo malísimo. Los dos son personajes muy cabezones, por lo que deberán poner sus diferencias a un lado y trabajar juntos para llegar al juicio a tiempo.

Predecible e incoherente

El otro guardaespaldas es muy predecible, es la típica película de espías y policías, en el que los dos compañeros se gastan bromas muy soeces y fuera de lugar, que pretenden provocar la carcajada al espectador. Te aseguro que sabrás todo lo que va a pasar. Así mismo hay muchísimas incoherencias, las cuales no se pueden dejar pasar por alto.

Ryan Lewis y Samuel L. Jackson cuando un petardo hace explotar su coche
Ryan Reynolds y Samuel L. Jackson cuando un petardo hace explotar su coche

Algunos ejemplos:

1) Los policías rodean una calle, la acordonan, en esa calle hay un coche negro típico de mafia, con todos los bielorrusos dentro. Los policías no se dan cuenta.

2) La Haya está acordonada, pero no se dan cuenta de que hay un camión de gran tonelaje aparcado en la esquina. El camión va hacia el cordón policial y salen todos corriendo.

3) Ryan Reynolds tiene una sala secreta en su piso franco, para acceder a ella debe pulsar un botón, al pulsar se abrirá la pared y accede a esa sala super secreta, la sorpresa viene al ver que esa sala tan secreta tiene unas cuatro ventanas que dan ¡a la calle!

Desde luego, los policías de esta película parecen salidos del GTA.

Humor muy «hijoputa»

En esta película cada frase que se dice pretende ser un chiste, pero en eso se queda, en una pretensión. Además el humor al que se recurre es de lo más bajo que hay, no hace gracia, es más, poca gente en el cine se rió.

Samuel L. Jackson haciendo un gesto soez
Samuel L. Jackson haciendo un gesto soez

Hay un insulto cada dos frases, no sé las veces que Samuel L. Jackson habrá pronunciado «hijoputa», su famosa palabrota, que ya forma parte de su repertorio. Por lo que estamos ante un personaje especialmente escrito para este famoso actor.

Aspectos formales

Voy a detenerme en los aspectos formales, porque del guión y de la historia no hay nada que decir, simplemente uno de los guiones más malos del año (hablando a nivel Hollywoodiense).

Samuel L. Jackson negociando con la justicia

La música inunda cada escena, no es nada del otro mundo. Lo que si me ha llamado la atención es la fotografía, hay tomas largas muy bien planificadas y ejecutadas, además en muchas de las escenas se recurre a la cámara al hombro.

Puntuación: 3,5/10

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