Waldstille es la primera película de Martijn Maria Smits, es un director de cine holandés, que, como la mayoría de los de la sección «Nuev@s Director@s» del Festival Internacional de San Sebastián, venía a presentar su obra prima.
En «Waldstille» se aprecia la gran influencia del lugar en el que nació Martijn, el cual comparte nombre con el título de la película.
Como él mismo dijo: «En mi pueblo solo hay carnavales, Iglesia y animales» y efectivamente, eso es lo que nos ofrece la cinta.
La historia nos habla de un padre que quiere olvidar el pasado y mirar hacia adelante de la mano de su hija, pero las condiciones en las que se ve envuelto no se lo ponen nada fácil. Ben debe lidiar con el arrepentimiento cada día de su vida debido a un traumático accidente.
Hubieron un par de detalles de la película que me dejaron fascinado. Uno de ellos fue la relación que hay entre como el protagonista trata a sus animales respecto de las personas. Nos muestran un personaje bien trabajado, un pueblo bien construido, una historia bien contada.
Waldstille cojea en algunos aspectos. Parece alargarse sin ningún motivo.
Algunas escenas son lentas sin sentido aparente, no contribuyen a la historia, pero aún así, me complace destacar que siguen quedando personas con ganas de crear y de compartir sentimientos propios e historias pensadas desde la ilusión.
El jurado Eroski de la juventud puntuó a esta película con un 6,37 sobre 10.
Puntuación: 6,5 / 10
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