Un monstruo viene a verme, el enfrentamiento con uno mismo

Juan Antonio Bayona se ha convertido en uno de los directores españoles reconocidos a nivel internacional, esto en gran medida se debe a su manera de contar historias, todos pueden sentirse identificados con ellas. Tras «Lo imposible», demostró que tenía mucho que ofrecer al público. Su última película, Un monstruo viene a verme está basada en la novela de Patrick Ness, la cual comparte nombre con la cinta.

¿Qué tienen en común El orfanato, Lo imposible y Un monstruo viene a verme ? En las tres se observa el marcado peso que poseen los niños en la trama principal. De esto podemos confirmar que Bayona es un director que sabe como trabajar con niños, que sabe transmitir a través de los ojos de los más pequeños. Esta conclusión es un buen punto de partida para empezar a comentar algunos de los aspectos que más me han llamado la atención en la película.

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Visualmente estamos ante una película preciosa. El uso de colores más oscuros como el negro y el gris no la convierten en una obra tétrica, en cambio si que se asemeja a un ambiente más onírico. Básicamente es como si siempre pareciera que es de noche o que está anocheciendo, y esto es un acierto porque la magia de la película está en los sueños.

A Monster Calls. Patrick Ness.

Conor (Lewis McDougall) es un niño que vive en una zona rural de Inglaterra con su joven madre (Felicity Jones) enferma de cáncer. Connor sufre bastantes dificultades a la hora de lidiar con la inevitable condición de su madre, por lo que un monstruo (Liam Neeson) se cuela en sus sueños para ayudarle a afrontar su situación.

Esto señoras y señores es un dramón, otra de las características facetas de Bayona: el drama.

 «Lo que ves es maniqueo, manipulador, sabes que Bayona está tocando todas las teclas para que llores, y te das cuenta. Pero te das cuenta mientras la pantalla se vuelve algo borrosa y las lágrimas caen en tu regazo. Es imposible no contenerse ante una película tan manipuladora y tramposa como perfecta en lo que quiere hacer»

Meeks, Randy. Un monstruo viene a verme (A monster calls). Cine en serio (2016).

Podríamos empezar por varios aspectos pero me ha parecido conveniente tratar el diseño del monstruo. Esta criatura es un árbol con características humanas, algo que de primeras no suena nada original, sobre todo si tenemos en cuenta el diseño de Groot en Guardianes de la galaxia, que parece calcado incluso. Pese a esta objeción, debo reconocer que se trata de un personaje «bonito». Su aspecto es de lo más acorde al tono de la historia y sus ojos, en muchas ocasiones parecen hablar por él.

La relación entre el chico y el monstruo es más que un recurso narrativo. A través de sus diálogos es cuando más conocemos lo que realmente piensan o sienten. El resto de diálogos no son ninguna maravilla pero van construyendo esa esencia sentimental y dramática, así que podemos dejarlo en que resultan prácticos.

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Aunque ya hayamos mencionado el tema del color, me gustaría comentar brevemente otros de los recursos empleados como puede ser la animación, la cual se asemeja en gran parte al utilizado en Harry Potter y las reliquias de la muerte Parte 1 pero lo cierto es que es el ideal para no sacar al espectador de la película, no desentona y en parte es un buen conductor para relatar las pequeñas historias que el monstruo va narrando.

De los efectos especiales, poco puedo decir que no se haya dicho ya. Están al nivel de Lo imposible  y pese a que podía haber abusado de ellos, no lo ha hecho. En este aspecto Bayona parece intocable. Bien es cierto que no es ningún pionero, le gusta hacer las cosas a lo grande sí, pero eso es algo que ya vimos en la década de 1910 y 1920 de la mano de D. W. Griffith.

En cuanto al terreno de la actuación, destacaría por encima del resto a Lewis McDougall y a Felicity Jones (Inferno), puesto que Sigourney Weaver no consigue sorprenderme en su papel de mujer fuerte e independiente, bueno en este caso abuela fuerte e independiente. En cambio el pequeño Lewis si que construye un personaje lleno de fuerza, a demás de lo mucho que transmite en la piel de Conor, en resumen, un casting al que no puedo poner ninguna pega.

Por otro lado, la película ofrece más sentido del que se percibe a simple vista, como bien explicó Iñaki Ortiz en su reseña:

«Hay en este sentido un guiño a su abuelo (la voz del monstruo es de Liam Neeson, que es el que aparece en las fotos), pero no es un guiño, es lo que es. La película sería exactamente la misma si se titulara Mi abuelo viene a verme. Algo como el abuelo de La princesa prometida contándole cuentos a su nieto. No es trivial la cuestión de si un elemento tan central cambia o no el conjunto; está relacionado con su irrelevancia».

Ortiz, Iñaki. Mi abuelo viene a verme. El contraplano (2016).

Recomiendo Un monstruo viene a verme a aquellos que ya disfrutaron alguna vez con el cine de Bayona y a todos aquellos que estén dispuestos a explorar el amplio mundo de los sentimientos y de la propia resiliencia. 

Puntuación: 7,5/10

Por cierto. No lloré, pero me hubiese gustado.

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