Una fórmula que jamás debería cambiar
Después de Mario Galaxy, era difícil elevar el listón. Se incorporaron nuevos movimientos para Mario y mundos que necesitaban ser explorados. Pues bien, ha sucedido, ha llegado el juego que los amantes de la saga queremos y merecemos.
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La palabra es: inmersivo
En esta ocasión, Mario recorre varias localidades para rescatar a la princesa Peach de las garras del temible Bowser y bla, bla, bla… ¿Entonces qué es lo que le hace especial? Cada ciudad respira vida y encanto. Soltitlán está claramente inspirada en México y Nueva Donk en New York. Es impresionante cómo consiguen hacerte sentir parte de ellos. El menú se convierte en un mapa turístico con descripciones de los puntos de interés. Los lugareños visten una ropa común, hablan lenguas diferentes y se relacionan entre ellos en base a su procedencia.
Emoción y diversión
Lo que sí que es verdad es que el drama no es ingrediente de la saga Mario. No consiguen que realmente nos preocupemos por sus personajes, y más cuando hemos tenido a Bowser de nuestro lado en anteriores entregas.
Si hay algo que no falta es la diversión. Bailar con otros personajes, saltar encima de ellos, hacer una torre de Goompas para cortejar a una hembra…todos estos elementos construyen el universo que tan bien se ha asentado en la comunidad.
Mi momento favorito
Este párrafo es algo personal, ya que depende del jugador y del momentum al que se someta.
Para mí, la mejor parte del juego fue simplemente celebrar una ceremonia en Nueva Donk y bailar por los rascacielos al son de su maravillosa banda sonora. Por primera vez me olvidé de que tenía un objetivo y simplemente disfruté el momento. El homenaje a Mario nos permite descansar y hacer cuentas sobre uno de los hitos de los videojuegos más importantes de la historia.
Puntuación: 8,5 / 10.