Another day of life, ¿realidad o ficción?

Un género interesante

¿Qué es la ficción? Al fin y al cabo, un espectador que va al cine a disfrutar una película, accede a suspender la credibilidad en la medida en la que el universo cinematográfico que tiene en frente se lo permite. Another day of life es una obra de animación que juega entre la fina línea de la realidad y la ficción.

Dirigida por Raúl de la Fuente y Damian Nenow, y basada en la novela del célebre historiador Ryszard Kapuściński. En esta ocasión se nos transporta al conflicto angoleño que tuvo lugar entre 1974 y 1975. Pero esto no es lo interesante. La película utiliza el lenguaje del documental cuando sale de la animación, abandonando por completo este concepto, es decir, aparecen personas reales que interrumpen la acción para reavivar la verosimilitud de los hechos.

Indiana Kapuściński Jones

Es un formato arriesgado. Algunas de las secuencias son tan espectaculares que cuesta creer en la influencia de Kapuściński. Pero esto forma parte del juego narrativo. La animación favorece esa «realidad» que nadie pudo filmar. Forman parte de la realidad del escritor. Este recurso me recuerda a Big Fish y La vida de Pi. No importa si ocurrió realmente, importa su versión (independientemente de que se exageren los hechos o no).

Foto de Kapuscinski en Angola.

El dibujo es una maravilla. Mezcla lo mejor del videojuego con la animación experimental. Recuerda a A wolf among us o The walking dead (The game). Tienes la sensación de visualizar animáticas de las que no se omiten. En cierto modo, este estilo de animación ayuda a ensalzar las figuras de sus protagonistas, una de las principales críticas que ha recibido la película:

«…presenta a Kapuscinski como un héroe sin mácula, el hombre honesto que, en una de espías, salvaría el pellejo de los lugareños en un escenario de fuegos cruzados. Es el peor defecto del filme, el hecho de describirlo como un arquetipo sin sombras, un Indiana Jones del teletipo, cuya heroicidad se contagia a decisiones formales…»

Sergi Sánchez: Diario La razón.

Vayamos a lo interesante

Es cierto que los directores han convertido a sus protagonistas en héroes, pero no han engañado a nadie, al fin y al cabo el uso de la animación puede leerse como una manera de hacer entender al espectador que los hechos pueden estar siendo exagerados.

Hace falta más películas así. Mezclar la dosis perfecta de cada género. Pero para que se puedan seguir haciendo filmes así, también es necesario el apoyo del público. Cada espectador vive la cinta a desde su propia óptica. Demosle oportunidades a películas franco-polacas que apuestan por la docu-animación.

Puntuación: 8 / 10.

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