Engendrando engendros
Guillermo del Toro es un realizador con una identidad marcada por la caracterización de sus personajes y el entorno en el que se mueven. Esta película no se sale de su estilo visual y añade engendros a su colección.
Lo bueno
Prefiero empezar por lo bueno, porque de lo malo hay…y mucho… El departamento de arte nos da una lección y ambienta una historia con tintes a lo Bioshock. La época queda retratada a la perfección y los decorados nos dejan un buen sabor de boca. La criatura tiene un buen acabado y permanece fiel a la antropomórfica colección de seres del director mexicano.
La música refuerza y acompaña, pero no crea sensaciones nuevas ni se asocia a momentos del filme.
Ahora lo malo
La construcción de personajes deja mucho que desear. Los buenos muy buenos y los malos muy malos. No hay escala de grises. Todo es blanco o negro. El malo tiene varias oportunidades de demostrarnos lo cruel que es, pero ni un sólo signo de bondad. El compañero de la protagonista sólo existe para verbalizar al personaje principal, ya que es muda. Tienen menos profundidad que cualquier otro personaje de cualquier otra película nominada al Oscar. El personaje de Olivia Spencer no es más que el alivio cómico, pero su peso en la historia es mínimo. Tan sólo una compañera más para convertir en palabras una película protagonizada por una mujer sin cuerdas vocales.
La trama es infantil. No es creíble. El hecho de que la cinta contenga algo de violencia, sexo y vocabulario grosero no la convierten en una obra profunda. Si quitas estos tres elementos, hasta un niño de cinco años accede a ella sin problema. No es que sea malo, es que intenta tratarnos como adultos cuando ni siquiera entiende a que público va dirigida.
Posiblemente la película más sobrevalorada en la historia de los premios Oscars. Malos personajes e historia refrita. Menos mal que es agradable visualmente.
Puntuación: 6 / 10.