Mi primera videoconsola
El otro día estaba tumbado en la cama y me vino un pensamiento a la cabeza. En ese mismo instante recordé el día que me regalaron mi primera videoconsola, una fabulosa Game Boy Advance SP con el juego de El Planeta del Tesoro (2002). En ese pequeño instante recordé el primer juego de Pokémon que me compraron, el primer Final Fantasy que jugué y la primera vez que en el parque compartía con mis amigos los logros que conseguíamos cada uno en nuestros juegos. Eran tiempos felices, eran tiempos en los que el online no importaba, importaba tu partida, tu mundo y tu experiencia única en el videojuego.
Generación marcada por el juego en línea
No estoy en contra del online, ni mucho menos, pero esta generación está marcada por el concepto de juego en línea y sobretodo de Battle Royale. Lo que quiero decir es que gracias al componente multijugador, los juegos han ganado un mayor protagonismo y repercusión en el ámbito social. Gracias a esto hoy se pueden celebrar grandes eventos como la LCS o los mundiales de X juego y estos eventos atraen a mucha gente debido a su al carácter competitivo. Sí, el online es positivo y ha ayudado a crecer a los videojuegos pero… ¿y al jugador?
Cuando se cuestiona el modo individual
Esta pequeña reflexión no viene solo de un pensamiento mientras estaba tumbado en la cama, sino de la sensación de acabar juegos como Zelda Breath of the Wild (2017), Xenoblade Chronicles 2 (2017), NieR Automata (2017) o God of War (2018).
Grandes obras que vienen en un mundo en el que el modo individual se cuestiona. Narrativa, personajes memorables, mecánicas interesantes, grandes apartados artísticos, horas y horas, grandes bandas sonoras y nada de online.
Hay libros que no se olvidan en la vida
Yo lo veo de esta manera: Un juego como NieR Automata es como un libro, lo lees, lo disfrutas, profundizas en él, lo acabas y cuando pasa un tiempo vuelves a leerlo y recordar porque te gustaba tanto ese libro.
Un juego como el League of Legends (2009) es como un deporte, lo practicas, aprendes de tus errores, compites, juegas en equipo y… ¿sigues jugando?
Así es como lo veo, he leído libros como NieR Automata y he jugado a deportes como League of Legends y los dos los he disfrutado. Dicen que es sano hacer deporte y leer de vez en cuando un libro, pero al final me doy cuenta de una cosa: hay libros que no se olvidan en la vida.